sábado, 14 de enero de 2012

En un lugar de la Mancha....

En un lugar de la Mancha, cual nombre de un señor caballero como fue Don Fadrique, da nombre a una pequeña villa, guarda entre sus habitantes a una persona, la cual estoy más que seguro después de muchas conversaciones con ella, es orgullo vivo para la Señora y para todos los rocieros. 
Estoy hablando de Gema. Una joven madrileña afincada en la Villa, anteriormente nombrada, la cual, pierde los cinco sentidos, por esa Pastora almonteña a la que todos veneramos en su blanca ermita de la Aldea del Rocío. 

En cada una de las conversaciones que tengo casi a diario con ella, siempre hay unas palabras y un sentimiento que se bebe los vientos por la Virgen del Rocío, la cual, conoció gracias a una de sus amigas y a la cual, supongo que deberá parte de esa devoción tan grande y bonita que tiene.

Si tuviera que destacar algunas de sus virtudes, me decantaría entre todas las muchas que tiene, por una…. Es amiga de sus amigos. Siempre, y digo siempre, esta ahí cuando se la necesita y nunca tiene prisa por ayudar a los suyos. Esto, lo digo de buena tinta, puesto que has sido, una de las pocas personas que ha estado ahi, en estos dificiles meses finales del año pasado.

Desde aquí decirte, que eres parte de ese tesoro inmaterial que se guarda dentro de mi corazón. No cambies nunca y que la Señora te bendiga por siempre. han sido ya cuatro romerias, las cuales de una manera o de otra he vivido contigo, los cuales espero que se tripliquen por cien.



Te quiero mucho guapa

miércoles, 11 de enero de 2012

¿Qué contiene la primera piedra fundacional del actual Santuario?



AUTOR DESCONOCIDO.

Fue a las cinco de la tarde del domingo 26 de enero de 1964 cuando comenzó el acto de bendición y colocación de la primera piedra del santuario de Ntra. Sra. del Rocío que podemos contemplar en la actualidad, inaugurado cinco años más tarde, en abril de 1969.


Gracias al excelente y acertado trabajo publicado en 1995 por el que fuera entonces Presidente de la Hermandad Matriz, D. Antonio Millán Pérez, titulado Memorias de la construcción del nuevo Santuario del Rocío 1963-1969, podemos conocer de forma detallada todo lo que ocurrió en torno a esta magna obra que sin duda marcó una nueva época en la devoción rociera, y al mismo tiempo podemos acceder a documentos que normalmente no están al alcance del común.



En el citado libro, el autor incluye, entre otros documentos significativos, el Acta de la bendición y de la colocación de la primera piedra, no a través de una transcripción literal del mismo que de alguna manera pudiera haber sembrado alguna duda o generado algún error involuntario, sino a través de una reproducción facsimilar del documento, el cual va a servir de base para el presente artículo y asimismo va a generar una incógnita sobre el contenido de esa caja de plomo introducida en el hueco de aquella piedra.



El Acta, conservada en los archivos de la Hermandad Matriz de Almonte, da fe de todo lo que aconteció aquella tarde: referencia al lugar, la fecha, la hora, las personalidades asistentes al acto, la bendición y la colocación de la piedra en los cimientos justo donde ha estado siempre y está la Imagen de la Virgen del Rocío y el discurso que dirige el Sr. Obispo de Huelva, Dr. Cantero Cuadrado, a la multitud allí congregada.



También describe con todo detalle el tamaño de ese bloque de piedra (80 cms de larga, 60 de ancha y 40 de alta) y el contenido de la caja de plomo que va depositada en el hueco del mismo. Reproducimos literalmente la relación de los objetos y los documentos insertados que constan en el Acta:



“una medalla de oro y otra de plata de la Santísima Virgen del Rocío, y una medalla de hermano de la Hermandad Matriz; monedas de curso legal y usual de cincuenta, veinticinco, cinco, dos cincuenta y una pesetas; un ejemplar de los periódicos del día ABC y el Correo de Andalucía de Sevilla y Odiel de Huelva; para especial y expreso testimonio introdújose también un breve documento que da fé de esta ceremonia, escrito en pergamino y firmado en este mismo acto y a presencia de mí el secretario, en primer lugar por el Excmo. y Rvm. Sr. Obispo oficiante y seguidamente por... ”



... y a continuación un gran número de personalidades.

Hay otra Acta, conservada ésta en el Archivo Municipal de Almonte, con fecha 22 de enero de 1964, cuatro días antes del acto, en la que en Sesión Extraordinaria se reúnen en la Casa Capitular la Corporación Municipal juntamente con el Clero y la Junta de Gobierno de la Hermandad Matriz para acordar lo conveniente al comienzo de la obra del Santuario.



Aquel día, se adoptaron cuatro acuerdos:

1º, que se invitara al Sr. Obispo de la Diócesis de Huelva para oficiar el acto;
2º, que se invitara asimismo a otras personalidades;
3º, que el acto se celebrara el “día veinte y seis del actual a las cinco de la tarde y que se contribuya a los gastos como es costumbre tradicional, juntamente con la Hermandad Matriz”; y
4º, “Que se libre copia literal de este acuerdo para ser incluida en la primera piedra fundacional.”

Es el acuerdo número cuatro el que no encaja en este asunto y el que nos hace preguntar por qué no aparece la copia de esta acta en la relación del contenido de la piedra junto con los demás documentos y objetos.
No se puede pensar en alguna desavenencia o disconformidad entre las instituciones, puesto que aquellos acuerdos fueron tomados conjuntamente y en ellos estaban presentes las tres partes implicadas: Ayuntamiento, Clero y Hermandad Matriz.



No obstante, ¿dónde está la copia literal de esa acta del Cabildo almonteño?, ¿se hizo copia?, ¿se incluyó o no en la caja?
Cabe pensar dos posibilidades: una, que esté incluida en la piedra pero no en la lista reflejada en el acta y por tanto podríamos entender que habría habido un pequeño error o descuido involuntario a la hora de su redacción; dos, que no esté dentro y por tanto podríamos pensar en otro posible olvido a la hora de hacer la correspondiente copia y la gestión oportuna para que fuera incluida, o si se hizo la copia, no llegó a su destino. Todo es comprensible si tenemos en cuenta el poco espacio de tiempo transcurrido entre el 22, día en que se toman los acuerdos, y el 26, día en que habría de celebrarse el acto, para organizar los laboriosos preparativos que sin duda requirió aquel tan significativo y memorable acto.



En cualquiera de los dos casos, la incógnita seguirá entre nosotros y tendrán que pasar muchas generaciones para que pueda ser satisfactoria y certeramente resuelta. Con la presente deducción hemos pretendido únicamente poner de manifiesto y resaltar una simple anécdota, una incógnita surgida tras cotejar dos documentos escritos oficiales relacionados con aquel solemne acto de colocación de la primera piedra en los cimientos que soportan toda una gran devoción multisecular hacia la Virgen del Rocío, Patrona de Almonte.



La base documental de este curioso hecho la han constituido fuentes primarias, oficiales y escritas, que son las que perduran con mayor fiabilidad en el tiempo. En el Archivo Municipal de Almonte no hemos encontrado indicio alguno de que se realizara la copia, ni de que se enviara a su destino, lo cual no significa tampoco que no se llevara a cabo, simplemente no consta ninguna prueba al respecto.



No obstante, y en nuestro intento por resolver este pequeño misterio tras habernos puesto en contacto con varias personas implicadas directamente en el tema y que afortunadamente viven aún, lamentamos no haberlo logrado.



Aun habiendo conseguido algunas informaciones orales, una de ellas facilitada por el mismo Presidente de la Matriz entonces, D. Antonio Millán Pérez, mucho nos tememos que hemos de continuar con el mismo enigma, el cual quedará también sepultado, quizá, en la misma piedra en la que se introdujeron los demás objetos aquella tarde de 1964.