lunes, 29 de noviembre de 2010

Para tomar cuatro copas…

Como bien diría alguna persona mayor, la cual sabe más por viejo que por diablo, los amigos se cuentan con los dedos de una mano. Yo soy de los que piensan, que de esa mano sobran bastantes y de los cuales, siempre estará, el que te pega la puñalada trapera por lo que sea… ¡Hablar es gratis! y el que esté libre de pecado, que tenga los cojones suficientes para tirar la primera piedra…
Desde que era un niño siempre he estado rodeado de mucha gente, pero siempre he echado en falta lo mismo. Siempre he buscado por un lado y por otro un mismo significado, el cual, aunque sea una sola, todos hemos sentido o creído sentir a lo largo de nuestra vida. Buscando en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, amistad significa “relación de afecto y confianza entre las personas”, por lo cual yo pensaba, o soy la persona más complicada del mundo, o eso… yo lo veo muy poco.
Hace poco más de un año que empecé la etapa de mi vida en la que decido de terminar algo académicamente hablando y le hecho cojones y horas al asunto. Gracias a un compañero de clase, el cual me ha demostrado que puedo contar con él para lo que sea, conocí a una serie de personas que de una manera u otra han influido en mi vida. Con ellos he pasado momentos inolvidables en los que me he reído hasta reventar y con los cuales, he derramado alguna lagrima que otra. Hablo de la gente, de la que hasta hoy es mi peña, la Peña Rociera “El Chusco – Los tiesos”.
Con ellos, he vivido este año una romería del Rocío inolvidable, llena de anécdotas y momentos  de muchísima emoción. Siempre quedara para mí, ese trocito de la calle Princesa Sofía, en la que disfrutamos como energúmenos de cuatro días junto a la Reina de los Cielos.
En aquella casa, aparte de todos estos, había gente que no había visto en ningún momento y que ahora están aquí, como otra parte importante de mi vida. Gente, con la cual, por  derroteros de la vida, estoy viviendo momentos inolvidables y un verano de categoría, como no recordaba desde que aquellos años en los que era un niño que jugaba con mi primo Joselito en los corrales de la Almadraba de Rota, con las rodillas llenas de tiritas de Mazinger Z y un taco de estampitas de futbol repetidas que apostaba jugando a las cartas en la puerta de la plaza de abastos de la zona norte.
Fue en ese Rocío, y exactamente hace más o menos 6 meses, donde conocí a un amigo, de los cuales, hasta el día de hoy, puedo decir que es de los de verdad, y que de una forma muy sencilla me ha enseñado parte del significado de la palabra amistad, sin pedirme nada a cambio, todo lo contrario… abriendo las puertas de su corazón de par en par.
Habrá de los que piensen que este articulo viene ahora para darme el pegote, o porque quiero endulzar las orejas de la gente. Sencillamente lo que piensen los demás sobre esto,  me viene al “pairo”, hablando de muy finas maneras, porque a mi gracias a Dios, no me hacen falta blogs ni historias para demostrar a nadie lo que soy ni de dónde vengo. Yo pienso que no soy de los que guarden, de los que no se saben por dónde van a venir las guantadas sin manos que de vez en cuando nos llevamos que nos hacen chiribitas en la cara. El que me conoce de verdad, sabe que estoy ahí para lo que necesite, con mis virtudes y mis muchos defectos, y que ayudo en todo si esta de mi mano y que siempre que me sea posible estaré a su lado sin buscar nada a cambio. Las gracias hay que dárselas a otros entes que hacen más por nosotros que nosotros por ellos y si alguien quiere comentar, que lo haga, que como ya he dicho antes hablar es gratis…
Para mí un amigo no es que me dice lo bien que hago esto  o lo bien que se lo pasa conmigo, por que como bien dice la sevillana que da nombre a este articulo “Para tomar cuatro copas amigos tengo un montón…”, de esos hay a montones compadre, nos los encontramos en cualquier sitio y a cualquier hora. Para mí un amigo, es aquella persona que sin decir ni preguntar nada, está junto a mí en los momentos en los que las lágrimas me salen de los ojos y corren por mis mejillas. Es aquel que sabe, a simple vista, que me pasa algo aunque no haya dicho ni una palabra y que con una simple mirada este al quite de todo y el toro no le viene por sorpresa.
Por muchas veces que lo piense en común solo tenemos algunas cosas, la Semana Santa, que nos bebemos lo mismo el White Label que el John Cor y que no cambiamos una fiesta ni por todo el oro del mundo… para nosotros lo importante es tener un “vasito” de los largos en la mano y hablar de tonterías como hablan los “señores” en una de esas noches de Jueves Sacramentales en los que da lo mismo que jugando a las cartas, salga el dos de oro (puto dos de oro) o que sea el culo… y que después de unas risas, y alguna que otra pelea de cómo se pondrá el Belén este año, haya una voz que diga “Prohibido el cante….” intentando callar las voces populares que rondan por la calle Tornería a esas horas de la noche….
Nunca cambiare esas noches de jueves en ese lugar, como tampoco cambiare esa sevillana de las que llamamos puras, que está en el CD medio rayado de mi coche… la número 7, que habla del  santero, el cohetero, la camarista y el tamborilero, que parece que hemos escrito nosotros porque es más nuestra que de ellos y cantamos a todas horas… Nunca cambiare muchas charlas en las que me has enseñado un sinfín de cosas por las cuales hay que darles la importancia que tienen y que casi siempre no vemos… A mí no me hacen falta Land Rovers llenos de gambas y langostinos por el coto mientras tú seas uno de los que estén en mi casa del Rocío, ya  sea en Princesa Sofía o en Santa Olaya.
Supongo que todo es muy prematuro y que las cosas de la amistad, lo mismo que las cosas de palacio, van muy pero que muy despacio, pero aun así, la felicidad no me la puede quitar nadie. Lo material se va todo por el desagüe, pero lo que se queda en el corazón, eso nos lo llevamos al Km 4 de la carretera oscura que hay entre Jerez y Estella, por que por mucho que luego lo intentemos borrar, quedara dentro de nosotros para el resto de la eternidad.
Sé que es poco tiempo para llamarla una gran amistad, pero lo único que sé es que si dentro de unos años las cosas siguen así, no seremos como amigos sino que seremos como hermanos…
 Gracias por estar ahí en los malos y en los buenos momentos…
Te quiero un montón artista.

3 comentarios:

  1. Que bonito por favor...Suerte de que mi hermano tenga un amigo como tú y que le dedique esas palabras y ese sentimiento tan bonito.Esperemos que dure esta amistad eternamente y en la cual también me vea yo reflejada. Un besito muy grande precioso; tu si que eres un artista!!!! muck

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  2. Os quiero mucho a los dos mamones y lo sabeis, que la amistad nunca se pierda.

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  3. Anda io¡¡ que te habras quedao descansando¡¡¡¡¡¡¡
    no quisiera estar en el pellejo de tu amigo¡¡¡¡
    puffffffff a la garganta le debe faltar espacio pa tragarse los nuós¡¡¡¡¡
    eres genial¡¡ lo sabes de sobra.

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